El “Prejidente” amoroso

Por Pixel Indeleble

El Presidente de México es un hombre amoroso y apasionado que no tiene miedo de dar amor, el problema es que es un narcisista y sólo se ama a él mismo.

El amor más grande y más profundo de López Obrador es el que siente por él mismo, se toca y acaricia el alma con sus proyectos emblema, sin importar el costo de los mismos.

Nada importa que sus sueños faraónicos sean inoperantes, retrasen al país y lo dejen en la miseria, lo principal es verlos desarrollados y decirse a sí mismo “bien hecho prejidente”.

El morenista ha navegado con bandera ética y moral, jura y asegura ser un ser iluminado que sólo busca actuar bien en la vida y con las personas, valores que ha inculcado, según dice en su familia y en su gobierno.

La filosofía nos dice que el amor es la fuerza que nos impulsa para hacer las cosas bien y nos hace ver la diferencia entre el bien y el mal, entonces estamos amolados, en el gobierno de AMLO el amor y respeto por las personas no existe.

La administración es un lugar de odio e indiferencia, donde ver morir a la gente no genera ningún dolor o empatía, las necesidades de los mexicanos son ignoradas y la acumulación de riqueza a través de abusos y violar leyes es la principal meta.

¡Qué bueno que López Obrador se ame tanto!

¡Su amor mata!

Mata la economía, la seguridad, la inversión, la tranquilidad, la salud, la democracia. El país muere para que su amor viva y se acrecenté.

Este 14 de febrero el mandatario seguramente hará gira por Colima, se entregará un enorme ramo de flores blancas, unos chocolates y la cabeza de todos sus enemigos en charola de plata.

Así es nuestro Presidente y así se lo permitimos.