Juan Miguel Alcántara Soria

Criminal gestión de Covid-19 de los López

Por Juan Miguel Alcántara Soria

Vamos a 2 millones de mexicanos con Covid-19; más de 20 mil contagios diarios en últimos días, incluyendo del presidente; arriba de150 mil fallecidos reconocidos (el doble, más probable); tasa de letalidad 4 veces superior a la mundial (8.52% sobre 2.14%).

El título del libro “UN DAÑO IRREPARABLE. La criminal gestión de la pandemia en México”, de la Dra. en Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard, y jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, Laurie A. Ximénez-Fyvie, describe, y así califica, la gestión de los López. Es “criminal” el manejo de la pandemia del gobierno, al haber permitido condiciones que hicieron posible fallecieran 500 % más de los inicialmente previstos por ellos, hasta hoy. Recopila y analiza datos. Y prueba cómo han priorizado “a la política, por encima de la vida y la salud de los mexicanos; basados en decisiones determinadas por la ignorancia, la negligencia y la irresponsabilidad” (en W Radio, Carlos Loret, enero 14). Renunciaron a la ciencia, para sacar raja política. Causan un “daño irreparable” a miles de familias que sufren en carne propia ver morir asfixiados a sus familiares; que en buen número pudieron prevenirse. Aclara que la pandemia no es su culpa; sí politizar, ocultar, mentir. “Hay otro tanto de personas que morirán de aquí a fin de año. Hasta que logremos tener una población vacunada”. Cada día que pasa sin corregir su plan implica más muertes evitables. Juzgó “dramático” el “circo” por la llegada de primeras vacunas, y advierte del riesgo de que no reciban su segunda dosis los vacunados, y pierdan la inmunidad adquirida con la primer dosis, “porque Pfizer no enviará vacunas a México las siguientes cuatro semanas por reconfigurar su planta” (no porque se vayan a destinar a países pobres, como mintió el presidente). Con su libro (lectura obligada, hay versión digital) da testimonio de la política epidemiológica que va desde descalificar el uso de cubre-bocas (el presidente no lo usa ¿a cuántos contagió?), su convicción de bondades de contagio  para “inmunidad comunitaria” -“de rebaño”-, infundada; o el desastre de intentos de vacunación al que renunció su encargada. Ximénez espera rendición de cuentas, tarde o temprano, que habrá si hay quién lo exija: ciudadanos y legislativo.

Vacunar a militantes de Morena, cobradores como “siervos de la Nación”, entre los primeros, y solo mirones de brigadas de vacunación, viola el Art. 134 constitucional sobre el uso de recursos públicos, y equidad en el proceso electoral. La revista Nexos publica (Enero 14) de Miguel A. Antemate: “¿Es inconstitucional el plan de vacunación Covid-19 de México?” En el documento “Política Nacional de Vacunación contra el virus Sars-Cov-2. Versión 3.0”, ve conflictos de derecho constitucional y del internacional. No se sabe si es acuerdo, decreto, determinación del Consejo de Salubridad General, o de la Secretaría de Salud, en términos del artículo 73, fracción XVI, constitucional. No está publicado en el Diario Oficial respectivo, como exige la ley, sino en página de internet (coronavirus.gob.mx); sin la participación del Consejo Nacional de Vacunación, ni de su estructura heredada y bien probada. La ley es enfática en sostener que la vacunación contra enfermedades transmisibles es obligatoria: el presidente dice será voluntaria, “no obstante que la autonomía personal no es ilimitada en casos de vacunación obligatoria”. No se encuentra legalmente justificado el parámetro de los rangos de edad: población de 18 a 40 será última en recibir vacuna. Existen primeras demandas de amparo ante Juzgados, que han concedido medidas cautelares al no ajustarse a lineamientos de la Organización Panamericana de la Salud, que obligan a priorizar a más grupos de riesgo. Aparte, la intervención militar inconstitucional. Los López optaron por votos, no por vidas. El contagio del presidente es ocasión para que reconsidere, y ordene elaborar un Plan Nacional de Vacunación con base científica. ¡Todos con cubre-bocas, distancia social e higiene! Es de vida o muerte.