Tres años en el país de la fantasía

Por Pixel indeleble

Entre capitalinos y acarreados, el Presidente reunió miles de asistentes en el Zócalo de la Ciudad de México, para escuchar el discurso triunfal de los tres primeros años de su gobierno.

Cómo era de esperarse, culpó al neoliberalismo por la crisis económica, se desvivió en aplausos y elogios para los militares, promovió a sus ‘gallos’ para sucederlo, justificó su combate al crimen organizado, se promovió en su ratificación y habló de la nueva mentalidad del mexicano.

Todo giró en torno a él, escogió la música que le gusta, los bailables y hasta las luces, fue su gusto y lo disfrutó.

También fue pasarela de políticos y funcionarios públicos que aprovecharon para pasar lista y otros para promoverse en busca de hueso para el siguiente sexenio.

Mientras López Obrador daba su discurso triunfal de cómo la delincuencia se combate con amor, “haciendo el bien” y dándole a los jóvenes sus becas cada mes, en Tula un comando armado estallaba coches bomba en el penal e irrumpía para liberar a sus jefes.

En el México real, en el que no quiere vivir el Ejecutivo, en estos tres años se registra una caída acumulada del PIB de 3.6%, la mayor inflación económica en 20 años y cuatro millones de nuevos pobres.

La Constitución se manipula a capricho del Presidente con apoyo de los legisladores morenistas, hay aplicación de justicia especial para los amigos y todo el peso del estado para opositores y para enemigos.

La transparencia no existe y se oculta como actos de seguridad nacional.

La corrupción de funcionarios y familiares del Presidente aumenta, se conoce y se tolera.
Este es el México real.

Ya pasaron tres años de está nombrada 4T, no se puede culpar a los gobiernos anteriores.
El proyecto es una burla, una preocupación y una desilusión total.