¡SALVE SAN ANDRÉS!

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No sabíamos que vivíamos en un país de primer mundo, con un gobierno con autoridad moral, donde el pobre vale más que el rico, con paz social, justicia, cero corrupción, seguridad y oportunidad de crecimiento para todos.

Hasta que el Presidente Andrés Manuel López Obrador “nos iluminó” en su segundo informe de gobierno, donde al final grito emocionado ¡Viva México, Viva México, Viva México!, rodeado de sus funcionarios leales, de esos que aplauden y respaldan con “fe ciega”.

La verdad es que se puso la “carne de gallina” cuando el Ejecutivo enfatizó orgulloso que, de las 100 promesas de su gobierno, 97 habían sido cumplidas y tres de ellas están a nada de cumplirse.

Así se las gastó el Presidente, describió “pejelandia” mejor que Dinamarca o Canadá, solo faltó que soplara el viento como en “La Rosa de Guadalupe”, cuando los funcionarios aplaudieron la voz de su mesías.

Y como cereza en el pastel, recordó que él vendió el avión y repartió los recursos para el combate al COVID-19, dio cobijo a Evo Morales y aseveró que sus proyectos emblema (Tren Maya, Refinería de Dos Bocas y el nuevo Aeropuerto de Santa Lucía) llevarán a México a la gloria económica.

¡Dios mío! Qué le pasa al Presidente, en dos años el país ha regresado al medievo. La gente muere por falta de medicamentos y los pocos que se consiguieron se los robó el crimen organizado o fueron auto robados.

La pandemia ha cobrado más de cien mil muertos y el mandatario solo dice que el país no se ha visto rebasado, y que las víctimas serán recordadas “con afecto y cariño”.

El narco mancha de sangre a la nación y Andrés Manuel se muestra servil ante la madre de Ovidio Guzmán, pero ignora a una ama de casa que le pide ayuda.

Habla de amor y apoyos económicos para los pobres, los “olvidados”, pero luego les da “palo” al inundarlos, al dejarlos sin apoyos y sin oportunidades reales de desarrollo.

¡Salve San Andrés!, ¡Presidente del caos, el pueblo justo y bueno te saluda!

López Obrador con sus fantasías, su retórica populista y acusatoria se ha encargado de dividir al pueblo; también ha causado estragos a la economía, la ciencia, la cultura y el deporte.

Pero no lo ha hecho solito, como buen autoritario ha contado con el respaldo de los legisladores de MORENA y sus gobiernos afines.

¡Sonría Señor Presidente!, dice usted que “amor con amor se paga”, solo que no se le olvide lo que dice la canción, “el amor acaba”.