El oscurantismo mexicano

Por Pixel Indeleble 

Resulta irónico que en la conmemoración del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, la Secretaria de Energía del Gobierno Mexicano, Rocío Nahle, declare que la ciencia juega un papel fundamental para el desarrollo de la sociedad mexicana.

Le pone “la cereza al pastel” a su comentario, al afirmar que el gobierno de López Obrador impulsa acciones para fomentar su aplicación en beneficio de los mexicanos.

¡Qué puntada de doña Rocío!

Desde la asunción del “mesías tabasqueño” al poder, la fuerza del estado se ha enfocado en perseguir a quienes piensan diferente a él o para saldar viejas rencillas y los científicos no se han salvado del yugo obradorista.

El País ha caído en un oscurantismo científico donde los investigadores han sido declarados no gratos por el Presidente.

La Fiscalía General de la República se ha convertido en la Santa Inquisición para el Gobierno Federal, acusando a científicos y catedráticos de operaciones ilícitas, validando y permitiendo acciones de represión del mandatario.

Nahle forma parte de este circulo destructivo, la ciencia en manos del actual gobierno es ignorada o descalificada.

Se acosa a inversionistas de energías limpias, se quitan becas CONACYT, se destruyen selvas y manglares, se construyen refinerías, se continua criminalizando a científicos y por supuesto el desestimado de la evidencia científica en el manejo de la pandemia y que ha costado decenas de miles de muertos.

Para el Presidente la ciencia es un bonito discurso para vanagloriarse ante la comunidad internacional y de paso para hacer el ridículo.

En suelo nacional resulta más peligro ser intelectual que delincuente de cuello blanco, así es el mundo al revés de San Andrés.