Juan Miguel Alcántara Soria

Del apagar la luz, al apagón moral

Por Juan Miguel Alcántara Soria

La iniciativa presidencial de reforma a la ley eléctrica va a “paso veloz”. La vacunación a población del país: “marcando el paso”, “en descanso” o “en pausa”. En colaboración anterior (”Voy a apagar la luz: AMLO”), expuse violaciones normativas, daños a la salud y al medio ambiente con la iniciativa. Me detendré aquí en efectos económicos. La iniciativa pretende cambiar las reglas con las que el Centro Nacional de Control de Energía, CENACE, compra electricidad. Hoy se le obliga a comprar la más barata del mercado: son de centrales construidas a partir de subastas, la de productores independientes (IPPs) y del mercado mayorista. Ahora daría prioridad a la generada por la CFE, no obstante ser más cara, ineficiente y sucia -carbón, gas, o combustóleo que Pemex no haya dónde colocar-. Al cierre del 2020, el costo promedio por megawatt-hora fue: de subastas $381 pesos; de IPPs $867; de CFE $1,187. Relega la energía generada por particulares, además, más limpia: solar, eólica o hidroeléctrica. Adquirir electricidad a bajo costo hoy permite a CFE venderla barata a consumidores -todos los hogares del país- y, al mismo tiempo, tener ganancias, que compensan pérdidas actuales.

El diario El Economista (jueves 11) detalló: “La reforma eléctrica afectaría a 47% de la capacidad de generación (la instalada total es 79.60 gigawatts, GW, al cierre de 2019. Un gigavatio: mil millones de vatios). Al obligar a dar prioridad al despacho de la CFE, impactaría a 260 centrales eléctricas, a productores independientes de energía que la venden a CFE, que perderían prioridad con reglas actuales, y tienen una capacidad instalada de 32.6 GW. Actualmente hay 56 proyectos con una capacidad adicional de 8.4 gigawatts, en pruebas, y 130,000 sistemas de generación distribuida operando en todas las entidades del país. El 58%  de los sistemas corresponde a tecnología térmica, 19% a vientos (eólica), 12% fotovoltaica, 7% en cogeneración, 3 % solar, 1% hidroeléctricas. De proyectos en construcción o en pruebas habría: 51 % solar fotovoltaica, 27% térmicos, 22% energía eólica, según datos ahí publicados. Reforma difundió ese jueves análisis de impacto presupuestario realizado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados: “Inversiones proyectadas por $451 mil 289 millones de pesos más, de proyectos para generación de energía solar y eólica, y en etapa de autorización y ejecución, también se afectan”.

La iniciativa busca, además, cancelar permisos de auto-abasto, y prohibir que empresas generen electricidad para sus propias actividades productivas, y obligarlas a comprar electricidad a CFE, aunque les resulte más caro, agraven cadenas productivas, e implique pérdidas a empresas que no podrán utilizar o recuperar sus inversiones en capacidad instalada de generación energética.

AMLO y sus legisladores ayudarían temporalmente a finanzas de CFE y Pemex, pero con mayores costos para consumidores, o con subsidios a la venta de electricidad por adquirir la más cara, que genera presión a finanzas públicas (en 2019 entregó a CFE subsidios por $75 mil millones) y a la larga acaban pagando más los más pobres, al distraer recursos que pueden usarse mejor a favor de éstos.  Con AMLO ya se desplomó 9 % la economía mexicana: la peor caída en 88 años; en recesión. Se ahuyentará más la inversión privada y retrocederemos en competitividad y desarrollo sustentable. Este lunes millones de habitantes de Chihuahua, Coahuila, N. León, Dgo, Zacs. y Tamaulipas amanecieron sin energía eléctrica, y hay zonas donde hasta este miércoles se repondría, porque CFE se negó a pagar precio del gas natural que importamos de EU para generar electricidad y gas doméstico. También dejó de aumentar espacio para almacenarlo, y la reserva es solo para un día y medio. En diciembre dijo no volvería a repetirse apagón, como el 3º que afectó a 10 millones de personas. Miente ahora al culpar al clima que disparó precios: se negó a pagarlos. No solo apaga la luz, desarrollo y competitividad; nos genera un apagón moral con tantas mentiras. Urge un código de ética exigible para evitar nos apague el futuro