De abrazos pasó a balazos

Por Pixel Indeleble
El Presidente de México pasó del amor fraternal a la violencia autoritaria, los trabajadores de su “sueño faraónico”, la refinería de Dos Bocas ya saben lo que es enfrentar al mandatario supremo, fueron baleados y gaseados.

Paraíso Tabasco parecía escenario chavista, la Policía Estatal y la Guardia Nacional hicieron despliegue de fuerza para desarticular la manifestación de empleados que exigían pagos justos y mejores condiciones de trabajo.

En redes sociales se puede ver cómo un manifestante presenta un impacto de bala en el costado izquierdo y es llevado a recibir atención médica por un conductor de los vehículos conocidos como “pochimovil”.

También se observa a los elementos de seguridad lanzando granadas de gas lacrimógeno a los obreros.

Con esa determinación y despliegue de fuerza deberían combatir a los criminales, que se haga sentir el poder de la federación contra quienes dañan a la sociedad, contra quienes asesinan y dejan familias completas de luto.

Los paisanos de López Obrador solo exigen el pago justo de su trabajo y condiciones seguras para desempeñar su función.

¿Pues no que AMLO odia los abusos de los empresarios ‘fifís’ y solos ve por el pueblo?
Queda claro que para los amigos pan y vino, pero para los que lo confrontan o incomodan les aplica la “Ley de Herodes”.

Las obras de los dictadores se fincan sobre la dignidad, abusos, arbitrariedades y están manchadas de sangre de inocentes, así quedará el registro de la fantasiosa refinería.

Ser narcotraficante o ladrón de cuello blanco tiene más beneficios por parte de las autoridades federales, mientras que la gente trabajadora y honesta es agredida.

Vivimos en un país donde lo único que vale son los intereses del mandatario Andrés Manuel López Obrador, el párroco nacional determina quién es bueno y quién es malo según le convenga.