Ay Dolores

¡Ya no hablemos de garnachas!

La jugada parece perfecta, el Gobierno de la República está logrando que se hable de la venta de garnachas en el mal llamado Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y no de todas las irregularidades derivadas de la obra, que a días de inaugurarse ya pinta para elefante blanco ¿o gris?, con eso de que todavía no está terminado. 

Nos vendieron gato por liebre. La obra no está terminada, no es internacional, costó más de lo planeado y no está limpia de corrupción. Echándole un vistazo a los contratos ya se encontraron complejas redes de complicidades que no huelen nada bien, huelen a podrido. Las finanzas del AIFA están muy oscuras, morenas, morenas. 

Y como muestra, la investigación de Mexicanos Contra la Corrupción, misma que reveló que en la obra, casi el 100 por ciento de los contratos fueron asignados sin licitación y, la mayoría, a proveedores sin experiencia.

Hasta empresas recién creadas recibieron multimillonarias adjudicaciones y por si eso fuera poco, la 4T benefició a proveedores vinculados a factureros. 

El colmo, es que en la lista de beneficiados están contratistas con antecedentes de corrupción. 

Por eso, ya no hablemos de garnachas. Destapemos las irregularidades que acumula el AIFA y hablemos de casos de éxito, como el caso de  Guanajuato, donde la industria aeroespacial ya despegó y exporta 5.8 millones de dólares en productos aeronáuticos.