Explicó que la reforma va en sentido contrario a los esfuerzos internacionales en materia de energías limpias y renovables, lo que nos aleja de una transición energética ordenada y decidida, tan necesaria en el contexto actual.
También, dijo la CEEG, la reforma eléctrica de AMLO genera incertidumbre en el clima de inversión, al cambiar los compromisos adquiridos por el país en el sector energético y afectar la operación de los órganos reguladores de la industria.
“Esta iniciativa de reforma al sistema eléctrico nacional afecta la confianza y certidumbre indispensables para el mantenimiento y la llegada de nuevas inversiones, ya que cancelaría la mayoría de los permisos legalmente otorgados al sector privado, además de modificaciones retroactivas a la regulación”, añadió la CEEG.
Con la eliminación de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y el traslado del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) a la CFE se altera el diseño institucional del sector energético, así como se impone un grave precedente para la desaparición de otros órganos reguladores autónomos, que han garantizado condiciones parejas de competencia y elimina la discrecionalidad, falta de transparencia y ausencia de razones técnicas en la toma de decisiones, afirmó.
Las paraestatales no deben restringir la libertad de otras compañías, que quieren acceder y competir en condiciones parejas en un mercado eléctrico regulado, añadió el organismo donde están afiliadas empresa como Bayer, Axa, Arcelormittal, AT&T, Basf, Bosch, BP, Cargill, Caterpillar, Brookfield, Citibanamex, DHL, Danone, Dupont, Daimler, Exxon Mobil, Fedex, Fiat Chrysler Automobiles.
También están afiliadas GM, GE, Grupo Modelo, Holcim, Honeywell, HSBC, IBM, Iberdrola, Johnson Controls, Kansas City Southern, Laureate International Universities, Manpower Group, MetLife, Microsoft, Nestlé, Pepsico, Prologis, Schindler, Schneider Electric, Seguros Monterrey Shell, Siemens, Scotiabank, Toyota, Thales, The Home Depot, Movistar y Visa.
Las empresas globales producen aproximadamente 10 por ciento del producto interno bruto (PIB) de México, generan más de 500 mil empleos directos, quienes ganan un salario mucho más alto que el promedio nacional, así como un millón 500 mil empleos indirectos, reveló.
El papel preponderante del gobierno en el suministro de energía eléctrica vulnera los tratados y convenios internacionales, entre ellos el T-MEC, agregó el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales.
Apuntó que el T-MEC establece que no debe haber limitaciones a la inversión o a la prestación de servicios más estrictas a las existentes y que se debe garantizar la no discriminación.
Vía Forbes México