15 Oct Entre el penacho y el queso
Desde que Andrés Manuel López Obrador tomó el poder estamos en luto ininterrumpido en México. Las cifras son contundentes, más de 84 mil mexicanos han muerto por coronavirus, nuestro País tiene una tasa de letalidad de 10.2 por ciento, la más alta entre los países con más casos y la segunda en todo el planeta… ¿qué está pasando en los hospitales?
Niños con cáncer mueren ante la desesperación de sus familiares, quienes se cansan de suplicar que les proporcionen el medicamento, pero las autoridades no los escuchan.
El crimen organizado, de diciembre del 2018 a agosto pasado, ejecutó a 62 mil 640 personas, en el mismo periodo del presidente Enrique Peña Nieto se registraron 30 mil 322 homicidios dolosos, y en el de Felipe Calderón, apenas 19 mil 571.
Y las siguen matando, de enero a junio de 2020, se registraron 489 feminicidios en el País, lo que significa un lamentable aumento del 9.2 por ciento con relación a los suscitados durante el mismo periodo del 2019, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Mientras el Banco Mundial empeora el escenario para economía de México en el 2021 con una caída del 10 por ciento, pero ante este panorama desolador que se siente en las calles, en el seno de las familias, en el bolsillo… ¿qué le preocupa al Presidente López Obrador?
El presidente distrae al pueblo con el viaje de su esposa Beatriz Gutiérrez a Europa y con su propuesta de arrebatarle a Austria el penacho de Moctezuma, ¿qué “plumas” tiene que ver el penacho de Moctezuma en esta crisis en la que está inmersa nuestro país?
Y, por si esa burla al pueblo no fuera suficiente, en complicidad con su lacayo de la Procuraduría Federal del Consumidor, el guanajuatense Ricardo Sheffield, lanzó otro anzuelo: Prohibió la venta de quesos de marcas populares que durante años se han vendido sin problema en México, pero obvio urgía sacar algo para seguir distrayendo al pueblo.
¡No, señor Presidente! Al pueblo ya no le pueden dar atole con el dedo, el pueblo se da cuenta del lodazal en que está metida la 4T, están hundidos en la corrupción y llevando al País al precipicio.
Como dicen por ahí, ¡ya valió queso!