16 Jul Mentiras convencionales, pantomima washingtoniana
Por Juan Miguel Alcántara Soria
Comedia diplomática Trump-AMLO. El maratón de elogios mutuos y pantomimas no corresponden al drama real, a la vida dolorosa de mexicanos. Las burbujas duraron apenas dos días. Dos presidentes mentirosos compulsivos supieron ceñirse al guión prefijado por motivos electorales y de oxigenación recíproca. Horas antes, el antimexicano Trump exhibió avances de su muro en Arizona, que recién dijo seguirá construyendo, y que ¡detuvo al Covid 19! Elogió a los inmigrantes mexicanos urgido de sus votos, contra quienes cinco años atrás, al iniciar su campaña presidencial, usó palabras de odio. Hipócritas. Su agenda en la Casa Blanca ocultó graves problemas comunes: migración, muro, dreamers, Covid 19, tráfico de drogas y armas, lavado de dinero, cárteles, son parte de agenda detenida. Y AMLO se ocultó de organizaciones de chicanos. En su libro “Oye, Trump” reitera que expresiones de Trump eran canallada, y: “mientras más se afana por congraciarse con Trump más bajo cae Peña…” ¿Ahora quién cayó a hacerse peón electoral, y calló? Oponer la Guardia Nacional militarizada a quienes quieren cruzar a EU es inhumano y violatorio de la Constitución. Drama real ahora mismo en la frontera contra migrantes, confinados, sin poder cruzar, ni regresar a su país. Trump nos mandó acá a todos los solicitantes de asilo ¡84 mil en primer año de AMLO! ¿Cuántos más seguirán? Por eso nos ofendió el presidente López al elogiar en exceso y sin necesidad al enmascarado Trump ¡comparándolo con Washington! Y al dejarse convertir en peón electoral. Destacan allá hoy de su discurso: “Durante mi mandato, en vez de agravios hacia mi país, hemos recibido de usted, comprensión y respeto… Nunca ha buscado imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía… se ha comportado con gentileza y respeto… Quiero agradecerle por ser cada vez más respetuoso con nuestros paisanos mexicano”. ¿Y la extorsión con aranceles imponiendo política antimigrante? ¿Y la deportación de connacionales, el muro no cancelado, y la Guardia Nacional suya, y los paisanos difamados? ¿Y las drogas, armas y Evo? Como dicen una cosa, dicen otra, los dos.
No podían faltar referencias a Benito Juárez (quien con la firma de los Tratados McLane-Ocampo, que todo mexicano informado debe leer, entregó soberanía del Istmo de Tehuantepec a los EU, que para nuestra suerte el Senado gringo los desaprobó precisamente por abusivos. Hubo otros intentos). Y a Lázaro Cárdenas (quien luego de la expropiación petrolera -perjudicial a empresas inglesas, favorable a las gringas-, rápido reportó al presidente Roosevelt que con ello “prevalece la soberanía de los pueblos americanos sobre los europeos”, del que AMLO leyó trozo, sin entender). Música para los gringos. La Doctrina Monroe, ahí mencionada, es piedra angular de su política internacional, oscila y persevera aún: “América para los americanos”, para ellos, no es un nosotros. De siglos es propósito hacer del Nuevo Mundo un sistema político, militar y económico presidido por los EU. ¡Trump, extasiado! Faltó memoria y contexto. No se exigía confrontarse, sino colaboración inteligente, decorosa, patriótica, sobria, limitada a lo necesario y conveniente, no ofrecida con apresuramientos; con objetivos claros, concretos, positivos, transparentes. (Y ayer nos repite no se va a enganchar).
Heredé desconfianza a los yanquis y perspicacia a atajos imperialistas. Acepté invitaciones a Washington tres veces, y entré a la Casa Blanca en dos, siendo diputado federal y luego local. La última vez a Washington fui como Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de PGR, y por ocupar presidencia (rotativa) del Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE) de la OEA, y recordé: “limitado a lo necesario y conveniente”. AMLO se excedió en la comedia. Servil.